Viajes para fortalecer la amistad: Convivencias PAI y PD
Durante los meses de septiembre y octubre, las alumnas de PAI y PD realizan una convivencia por curso. Desde Layos en Toledo, pasando por Torreciudad en Huesca, Fátima o Santiago. Algunos viajes se han organizado como peregrinación, otros en lugares en plena naturaleza. Pero todos los viajes con un mismo objetivo principal: fortalecer la amistad.
Las convivencias son una ocasión muy buena para que las alumnas fortalezcan las relaciones de amistad entre ellas en un entorno más distendido, con mayor flexibilidad de horarios, con actividades que les permiten conocerse más entre ellas, compartir experiencias, colaborar para conseguir objetivos en común, entre otros. A su vez, son una ocasión muy buena para profundizar en la formación cristiana, recibiendo los sacramentos, escuchando charlas y testimonios que alimentan el alma.
Lo que más resaltaron las alumnas de PAI 1 en sus reflexiones escritas fue el hecho de conocer más a sus amigas y hacer amistad con otras niñas nuevas. “Ir a Layos ha sido una muy buena oportunidad para conocer mejor otras niñas del curso fuera del entorno de Alegra haciendo deporte juntas y conviviendo” “Me lo he pasado muy bien, ha sido una experiencia muy bonita, he conocido a gente y he hecho nuevas amigas”, nos dice una de las profesoras que acompañan a las alumnas en su convivencia a Fátima.
“El deporte también ha estado muy presente en nuestro viaje” – escribe una alumna de PAI 5 de su convivencia en Guijos de Avila. “Hemos podido hacer deportes muy divertidos: Hidropedal, pádel surf, kayaks, vela… Hemos tenido a Dios también muy presente en nuestros días, porque hemos tenido la oportunidad de tener un sacerdote a nuestra disposición”.
Otro aspecto de este viaje es fortalecer y poner en práctica virtudes como la generosidad, gratitud, alegría, paciencia, etc. Lo esencial en una convivencia de este tipo es hacer hincapié a las niñas en pensar en el otro, salir de una misma para preocuparse de la compañera que tienes al lado” comenta una profesora. Y por supuesto, otro punto fundamental del viaje es que las alumnas disfruten y se rían.
Combinadas con voluntariado
Una de las convivencias más especiales es la convivencia de Fátima. Además de ser la última convivencia de su etapa en Alegra, las alumnas tienen la oportunidad de combinar momentos de diversión, turismo, oración con acciones de voluntariado con ancianos, niños y enfermos.
Estos viajes, sin duda, constituyen un tiempo muy bien invertido y que merece la pena. Las alumnas han vuelto felices y mucho más unidas a sus compañeras.
