Sound Of Freedom, la película de Eduardo Verástegui. Articulo escrito por alumnas de PD
Sound of freedom se ha convertido en un fenómeno cinematográfico, superando a dos mitos del cine: Indiana Jones y Misión Imposible. La película se estrenó en octubre, a pesar de llevar producida cinco años, ya que nadie la quiso estrenar por la politización que le rodea. Hasta que Angel Studios, el productor de The Chosen, la conocida serie sobre la vida de Jesús, estuvo dispuesto a coordinar toda la distribución internacional. Por lo que, ahora, está disponible en las carteleras de los cines españoles.
Esta película se basa en un problema, tan grave como desconocido, de hecho nosotras mismas no sabíamos de su existencia, a pesar de haber recibido una extensa formación. Relata la historia real de Tim Ballard, un agente de Seguridad Nacional de Estados Unidos que dejó su trabajo para combatir el tráfico de niños que son comercializados en redes sexuales ilegales.
The Sound Of Freedom: el heroísmo
En Sound Of Freedom Tim Ballard rescata a un niño de traficantes y se entera de que su hermana sigue cautiva, por ello decide salvarla, deja su trabajo y se embarca en una misión para hallarla. A pesar de representar una temática difícil, no tiene ninguna escena desagradable y se centra más en el heroísmo de los personajes que en la sordidez de las escenas.
Nosotras, alumnas de primero de bachillerato, decidimos ir a verla ya que nos la había recomendado mucha gente, sin saber la inhumana realidad con la que nos íbamos a encontrar, un problema que nunca nos habíamos planteado, del que nunca nos habían hablado y de lo que nunca nos habíamos preocupado. Nos sorprendió que un tema que mueve tanto dinero, más que cualquier otro tipo de tráfico ilegal, sea desconocido para gran parte de la sociedad.
Nos sorprendió que se conciencie más a la gente de los animales en peligro de extinción o de la contaminación, ambos problemas muy válidos, que del tráfico de niños. Nos sorprendió que algunos niños se preocupen por sobrevivir y conservar su inocencia y otros por conseguir su juguete favorito.
Nosotras, siendo del segundo grupo, nos hemos dado cuenta de que todo lo que hemos recibido es un regalo, algo que se nos ha dado sin hacer nada para merecerlo, igual que los niños a los que se les roba la infancia a pesar de no merecer ese injusto destino.
Por este motivo no podíamos, después de ver la película y comprender la gravedad del problema, ignorar a esos niños en la otra punta del mundo, o no tan lejos como pensamos, a los que se les arrebata la inocencia, sin ni siquiera darse cuenta. Decidimos usar esos dones y regalos que hemos tenido la suerte de recibir al servicio de los demás, para concienciar a nuestro entorno, por muy pequeño que sea, del inmenso problema del que muchos de nosotros no somos conscientes.
Por ello, decidimos diseñar dos pósters que colgamos en PAI 5, PD 1, PD 2 y en la sala de profesores con la frase que mejor resume la película Sound Of Freedom: Los hijos de Dios no están en venta y con pequeños mensajes que Jim Caviezel, que representa al protagonista, mandó al final de la película: “La cocaína se puede vender una vez, pero un niño puede ser vendido muchas veces al día” o “Hoy hay más personas viviendo en esclavitud que cuando era legal”, las cuales fueron precisamente las que nos permitieron darnos cuenta de la ignorancia que hay sobre el tema y nos incentivaron a actuar al respecto.
Por ello estamos escribiendo este artículo para concienciar a las familias sobre la gravedad del problema, y que con esta información, puedan decidir su curso de acción. Aunque no podamos hacer cambios legislativos ni atrapar a pederastas podemos aportar nuestro granito de arena, viendo la película y simplemente siendo conscientes de que no todos han recibido nuestra realidad privilegiada, pero formamos parte de la humanidad y por tanto no podemos ignorar el destrozo de la vida de millones de niños.
– Carlota Cámara y María Montojo, Alumnas de PD de Alegra
