Una decisión personal que acarrea consigo toda una cadena de actitudes existenciales que conforman un hombre dignamente humano. Itinerario que nos lleva a una profunda moderación interior.
Un itinerario que supone una secuencia de actitudes entrelazadas:
La nostalgia de lo cotidiano
Apreciar placeres estéticos
Suscitar sentido del humor
Gobernarse a sí mismo
Aceptar la limitación de lo real
Superar el desencanto
1. La nostalgia de lo cotidiano
El ser generosamente agradecidos es el primer paso para disfrutar de una posible felicidad inadvertida.
La gratitud me recuerda reconocerme regalado. Me ayuda a vivir apreciado cada instante. La gratitud me puede cambiar la vida. Y no sentirla, también. No dar nada por supuesto. Todo es un regalo en cierta medida. Que me llega incluso sin pedirlo. Que me salva.
Benjamin Franklin: “la felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días”.
2. Apreciar placeres estéticos
El detectar y deleitarse con la belleza no debe interpretarse únicamente como un signo de sensibilidad estética o como un perfil emotivo de la personalidad, sino como un indicio cierto de una profunda madurez interior.
Rousseau: “Si quitáis de nuestro corazón el amor de lo bello, nos quitáis todo el encanto de vivir”
Esta madurez interior amplía las posibilidades de experiencias y la calidez humana de las mismas. Unas experiencias que adornan, enriquecen y nutren la felicidad.
3. Suscitar sentido del humor
El sentido del humor hace una función catártica siendo esta una forma de proceder normal de la psicología que sirve como limpieza, como alivio, como amortiguación psíquica. El humor en forma de sonrisa o de risa modifican la tonalidad afectiva y avivan el ánimo para seguir con la lucha que cada uno tenga entre manos.
Pearl S. Buck: “muchas personas se pierden las pequeñas alegrías mientras aguardan la gran felicidad”
No podemos perder de vista que la esencia del sentido del humor está en pensar en los demás, más bien, amar a los demás. Al pensar en los demás, se agranda el ánimo y se robustecen las fuerzas para resistir los envites de la vida, y además se agudiza el ingenio para suscitar situaciones que mitigan el sufrimiento de los seres queridos.
Para ello, los comportamientos de uno suponen una reciedumbre interior,un autodominio. No caigamos en el error de pensar que son el resultado exclusivo de un temperamento bondadoso o de un talante desenfadado. Más bien precisan cierto señorío. Podemos preguntarnos de dónde surge entonces el sentido del humor siendo la respuesta del realismo, de una actitud realista frente a la existencia. De ahí que pensemos que el humor germina en la fortaleza de la intimidad. Y no corresponde sólo a ser efecto del carácter.
4. Gobernarse a sí mismo
Construir una sana intimidad personal hace necesario tener ciertas agarraderas (disciplina) mientras que el vacío interior acaba con la fuerza de la dignidad.
Sócrates: “la felicidad la hace solamente uno mismo con la buena conducta”
El profundo influjo de la dignidad interior se advierte en la propia debilidad humana. La disciplina necesaria de la que hablamos para mantener a raya los comportamientos que llenan de sentido nuestra dignidad también tienen su papel psicológico: cuando la mente está ocupada conserva el equilibrio.
Cuando la mente no está ocupada el psiquismo se desequilibra, es decir, se deshilacha, se desmorona. En consecuencia, se debilita la fuerza de la dignidad interior que es motor del comportamiento. Por tanto, y en cualquier circunstancia, siempre hemos de gobernarnos a nosotros mismos.
Primacía del yo sobre las circunstancias
La fortaleza de la dignidad interior se debilita en los tiempos muertos, en las épocas sin rumbo o sentido, en el mero dejarse llevar por los estados de ánimo..
¿Estamos realmente convencidos que ser más veraces, leales, buenos, querer mejor… enriquecen nuestra felicidad mucho más que el cambio de circunstancias externas?
La ley psicológica del plano inclinado:
El buen funcionamiento de las facultades humanas se mide por la adquisición de las virtudes correspondientes
Las virtudes requiere hábitos
Los hábitos se consolidan con la repetición continua de actos
Esos actos han de ser libres y cada vez más perfectos.
Completar ese proceso lleva tiempo. Es decir, interiormente mejoramos poco a poco.
El itinerario del arraigo de los vicios es similar al de las virtudes, pero en dirección contraria. También requieren de la repetición reiterada de actos contrarios a la dignidad reclamando cada vez mayor intensidad de placer o satisfacción. Así el vicio le gana terreno a la autonomía de la libertad.
José Ortega y Gasset decía que el perro no puede desperrunarse, el tigre no puede destrigarse pero el hombre sí es capaz de deshumanizarse. Si soltamos las riendas de la propia dignidad podemos desorientarnos. O tiramos de nosotros hacia arriba o nos deslizaremos hacia abajo.
La inagotable capacidad de ascender por el plano inclinado conduce a la plenitud de la dignidad humana. Siempre se puede progresar en dignidad, en madurez personal, las posibilidades de expandir la intimidad y perfeccionar el comportamiento son ilimitadas. En la felicidad sucede lo mismo: por naturaleza es limitada, aunque existencialmente ilimitada.
5. Aceptar la limitación de lo real
Somos muy poquita cosa: la vida se quiebra en cualquier instante inesperado.
El pasado de cada uno deberá servir para inspirar su futuro y dotarlo de sentido.
Horacio: “No extrañarte de nada, Numicio, es casi lo único capaz de hacerte y conservarte feliz.
6. Superar el desencanto
Escuchar en vez de hablar, consolar en vez de ser consolados, conviene comprobar cómo al conmoverse con la amargura de los otros apacigua el propio sufrimiento, se enternece el corazón, se ablanda el corazón hasta convertirse en una persona compasiva y bondadosa.
Quinto Curcio: “Los que mejor soportan las penas son los que las ocultan”
Axioma trascendental para el psiquismo humano: no es el sufrimiento en sí mismo el que cambia el corazón del hombre, sino la postura que el hombre adopta ante el sufrimiento.
En la vida ordinaria, nosotros podemos amasar el corazón en la en la convivencia con la gente que nos rodea (interesarse por un problema o dificultad, mitigar una tristeza, alegrarse con una aventura ajena animar ante un fracaso, alentar un propósito, aplaudir un éxito…)
Si amasamos un corazón acogedor, la vida apetece. Si cada día procuráramos la búsqueda de ilusión para los otros, ilusiones tal vez anteriormente inadvertidas, la vida amanecería con otra tonalidad.
Ahora bien, precisa labranza. Es un logro personal, no es efecto espontáneo del temperamento o carácter. No. Es un fruto granado del esfuerzo personal.
“La alegría no es perfecta más que si llama a la alegría del otro” – Elie Wiesel
Para lograrlo se necesita:
El continuo empeño en moderar los propios sufrimientos e ilusiones
Dar prioridad a las necesidades de los demás
La vida apetece… porque se saborea en la alegría de los otros de todos pero especialmente los seres queridos.
De esta forma, la alegría se transforma en felicidad. Esta vez, advertida.
No olvidando que el dolor no es incompatible con la felicidad. Resulta insensato imaginar una felicidad al margen del sufrimiento, las limitaciones, las dificultades, los problemas, los errores, los cansancios, las tristezas.
Sólo cabe admirar la semilla de bondad que anida en el corazón humano y el cómo fructifica o no según en ejercicio de la libertad personal.
El aceptar el sufrimiento aún nos presta otro sustancioso servicio: el dolor entreabre una rendija por donde resplandece lo eterno (Hervé Pasqua)
Pulsa sobre el curso de tu hija para ver algunos consejos para trabajar mano a mano con el colegio
Tratar con consideración, cariño y respeto a todas las personas
Respetar la Naturaleza
Respetar las cosas propias y las de las demás
Reconocer y agradecer lo que los demás hacen por ellas
Fomentar en ellas la devoción a la Santísima Virgen
Llevarlas al conocimiento de Jesús
Ayudarles a descubrir su papel dentro de la familia (cariño, ayuda, orden …)
Deben ser muestras acostumbradas de respeto en el Colegio:
Acercarse siempre para hablar a otra persona, nunca gritando o desde lejos
Ponerse de pie cuando entra en clase una profesora
Ceder el paso en las puertas y barandilla de la escalera a las personas mayores
No comer por los pasillos, ni en las clases
No insultar a las demás
Evitar gritos, empujones, carreras en clase y por los pasillos
Ponerse de pie en clase para contestar si es necesario
Vida de piedad:
Visitar diariamente a Jesús en el Oratorio.
Comportarse con la mayor corrección y respeto en todo lo que se refiere al trato con Dios: rezo de las oraciones vocales, actos de culto a los que asistan, visitas al Oratorio con las profesoras …
Cuidar especialmente la preparación antes de entrar al Oratorio: recordar, parar, corregir cuantas veces sea preciso…
Cuando han hecho algo mal, enseguida pedir perdón al Señor.
Fiestas litúrgicas
Día 8.- Inmaculada Concepción
Cada semana: Trabajar el Adviento. Algunos artículos para preparar el Adviento:
Al hablar con otra persona, procurar mirarla a la cara. No se debe mirar a otro lugar mientras se habla.
Al utilizar el pañuelo, hacerlo discretamente sin que se entere toda la clase.
Al estornudar, bostezar o toser, debe ponerse la mano delante de la boca.
Evitar lamentos y quejas en voz alta. ¡Somos fuertes!
Evitar llevarse continuamente las manos a la cara, chuparse los dedos o morderse las uñas.
Objetivos:
Tratar con consideración, cariño y respeto a todas las personas
Respetar la Naturaleza
Respetar las cosas propias y las de las demás
Reconocer y agradecer lo que los demás hacen por ellas
Fomentar en ellas la devoción a la Santísima Virgen
Llevarlas al conocimiento de Jesús
Ayudarles a descubrir su papel dentro de la familia (cariño, ayuda, orden …)
Deben ser muestras acostumbradas de respeto en el colegio:
Acercarse siempre para hablar a otra persona, nunca gritando o desde lejos.
Ponerse de pie –al dirigirse a ella- una persona mayor, cuando pasa el sacerdote o cuando entra en clase una persona del Consejo de Dirección.
Saludar en los pasillos a profesoras, alumnas y personal no docente y al entrar o salir del colegio.
Ceder el paso a las personas mayores en las puertas y la barandilla en las escaleras.
Llamar a la puerta de los despachos y esperar a que se le conteste antes de entrar: no entrar si no hay ninguna profesora. No es una zona para alumnas.
Tratar bien a todas las compañeras. A todas, no solo a las que más quiero.
No interrumpir a una compañera cuando está respondiendo en clase a la profesora.
Vida de piedad:
Después de La Visita a Jesús: Oración
Saludar al Señor, al llegar y marcharse del colegio.
Examen de conciencia diario:
Aprender a comunicarse con su Padre Dios, con Jesús y María, de un modo sencillo y natural.
Muy importante el aprendizaje de oraciones vocales apropiadas a la edad, que fomenten este trato: ofrecimientos, visitas al Santísimo, oraciones espontáneas, jaculatorias…
Conviene hacerles sentir la presencia de Dios –y, si es el caso, la de Jesús en el Sagrario- durante los actos personales de piedad o los que se realicen en grupo. Fomentar la atención y el respeto en los actos litúrgicos.
La iniciación al Sacramento de la Penitencia lleva consigo una iniciación en el sentido del pecado y, por consiguiente, a sentar las primeras bases para una recta formación de la conciencia, a través del conocimiento de los Mandamientos. Animarlas a recibir con frecuencia y con ilusión el Sacramento de la Penitencia (una vez que hayan hecho la Primera Confesión).
Cuando no cumplimos un mandamiento pedir perdón enseguida.
Hacer examen de conciencia todas las noches (breve). Pedir perdón a Dios y hacer un propósito para el día siguiente.
Fiestas litúrgicas
Día 8.- Inmaculada Concepción
Cada semana: Trabajar el Adviento. Algunos artículos para preparar el Adviento:
Procurar ser ordenada en casa: ropa, juguetes, etc. Ayudar.
Evitar portazos y movimientos ruidosos.
Procurar jugar en el lugar más adecuado.
Procurar ser útil, prestándose a realizar pequeños servicios
Procurar no criticar ni contestar a las órdenes y razonamientos de los mayores.
Respetar el horario de acostarse.
Una de las cosas que más entristecen a los padres son las peleas y discusiones entre los hermanos.
No se debe tener envidia de las cosas de los demás (hermanos). No se debe coger nada, sin permiso del dueño y se debe poner cuidado en no devolver lo que nos han autorizado a coger de forma estropeada.
Poner esfuerzo en comprender la actitud de los padres, algunas de sus negativas. No criticarlas o discutir continuamente o enfadarse con sus decisiones.
Corresponder al cariño de los padres teniendo con ellos todas las pequeñas atenciones que se pueda: coger bolsas o paquetes de mamá cuando vuelve de la compra, acercar a papá el periódico o revista que va a leer, respetar su descanso…
Extremar las muestras de deferencia y cariño con las personas mayores (los abuelos):
Ayudar en lo que pidan
Tener atenciones con ellos (ayudarles a subir escaleras, pasear, sentarse…)
Evitar ruidos molestos
Procurar cumplir siempre el encargo o pequeña responsabilidad que se tiene en casa.
Objetivos:
Tratar con consideración, cariño y respeto a todas las personas
Respetar la Naturaleza
Respetar las cosas propias y las de las demás
Reconocer y agradecer lo que los demás hacen por ellas
Fomentar en ellas la devoción a la Santísima Virgen
Llevarlas al conocimiento de Jesús
Ayudarles a descubrir su papel dentro de la familia (cariño, ayuda, orden …)
Deben ser muestras acostumbradas de respeto en el colegio:
Acercarse siempre para hablar a otra persona, nunca gritando o desde lejos.
Ponerse de pie –al dirigirse a ella- una persona mayo, cuando pasa el sacerdote y cuando entra en clase una persona del Consejo de Dirección
Saludar por los pasillos a profesoras, alumnas y personal no docente y al entrar o salir del Colegio
Ceder el paso y la barandilla en las escaleras, a las personas mayores
Llamar a la puerta de los despachos y esperar a que se le conteste antes de entrar: no entrará si no hay ninguna profesora
Se dirigirá a la profesora, y acercándose a ella le dará el recado en voz baja, la alumna de guardia o cualquier alumna cuando entra a clase. No se interrumpen las clases
Tratar a todas las compañeras por igual. No hacer grupos cerrados. Tratar a mis compañeras como me gusta que me traten a mí.
No burlarse o reírse de una compañera por su ignorancia o falta de acierto al responder en clase. Al revés, darle apoyo y ánimo.
No insultar, poner motes, o ridiculizar a las demás; por el contrario, emplear un léxico correcto y no permitir gestos, actitudes o palabras propias de una persona mlesta y gamberra: gritos, empujones, carreras desenfrenadas, portazos, carantoñas, etc.
Ponerse de pie, en clase, para contestar si es necesario
No interrumpir a una compañera cuando ésta está respondiendo a preguntas hechas por la profesora y, menos, hacer que se sienta agobiada.
Aceptar siempre las decisiones del árbitro, sin protestas.
Vida de piedad:
Vivir la Novena de la Inmaculada. Interiorizar la importancia de esta costumbre cristiana.
Tratar más a la Virgen, para, a través de Ella, acercarnos más a Dios:
Conocerla más. Leer diariamente, durante los días de la novena, algo sobre la Virgen.
Quererla más
Acudir con más frecuencia a Ella.
Continuar viviendo el Adviento como lo iniciaron en Noviembre. Prepararse, junto con la Virgen para la venida del Señor.
Continuar rezando todos los días:
Un misterio del rosario (si se ha visto en preceptuación)
Las tres Avemarías por la noche
El Ángelus con más cariño
Adoración del Niño
Fiestas Litúrgicas
8 de Diciembre: La Inmaculada
Cada semana: Trabajar el Adviento. Algunos artículos para preparar el Adviento:
Una de las cosas que más entristecen a los padres son las peleas y discusiones entre los hermanos. Dar buen ejemplo a los hermanos pequeños.
No se debe tener envidia de las cosas de los demás (hermanos). No se debe coger nada, sin permiso del dueño y se debe poner cuidado en no devolver lo que nos han autorizado a coger de forma estropeada.
Poner esfuerzo en comprender la actitud de los padres, algunas de sus negativas. No criticarlas o discutir continuamente o enfadarse con sus decisiones. Confiar en mis padres que quieren lo mejor para mí.
Corresponder al cariño de los padres teniendo con ellos todas las pequeñas atenciones que se pueda: coger bolsas o paquetes de mamá cuando vuelve de la compra, acercar a papá el periódico o revista que va a leer, respetar su descanso…
Mostrar amabilidad y delicadeza en la manera de hablar.
Respetar el trabajo de los demás miembros de la familia.
Seleccionar los programas de TV sabiendo que hay muchas cosas que no se deben ver porque me estropean.
Cumpliendo el encargo de casa se ayuda a los demás.
Ofrecerse para prestar servicios.
Ser amable con los demás.
Saludar al entrar y salir de un sitio.
Ceder el paso a los demás.
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Cine en familia, dos veces cine y dos veces familia (Junio 2024)
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El cine tiene mucho poder y más si se trata de cine en familia. Por un lado, nos ayuda a apreciar la belleza y nos conecta con los demás. Por otro lado, es una forma maravillosa de aprender cosas nuevas y nos empuja a expandir nuestros horizontes teniendo conversaciones diferentes. Hay películas que potencian nuestra sensibilidad y delicadeza. Otras, alimentan…
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¿Qué es la generosidad? La virtud de la generosidad es dar a otra persona algo que es tuyo sin obligación y sin esperar nada a cambio. La generosidad nos ayuda a amar La virtud de la generosidad nos ayuda a amar porque elegimos el amor libremente: porque queremos, no porque esperamos recompensas o algo a cambio. Eduquemos corazones nobles y…
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En Primaria es cuando aprenden a abrirse para más adelante poder aportar de forma más concreta su servicio en forma de voluntariado. De hecho, cuando nuestras alumnas van creciendo y se les propone alguna iniciativa solidaria, siempre tiene una respuesta positiva y llena de ilusión. Y según van experimentando ese darse a los demás, dedicando su tiempo, una tarea especial…
Para algunos niños es muy complicado ser obedientes, y para muchos padres es difícil enseñar a obedecer. Todos los padres se preocupan por la desobediencia de sus hijos, es uno de los temas que causa mayor malestar en el entorno familiar, pero enseñar a ser obediente requiere su tiempo. La obediencia es algo que se va labrando poco a poco, empezando desde que son bebés…
¡Crecer es una gozada! Así que, una vez que está listo el uniforme, los libros marcados y forrados, todos nos hemos ubicados en clase, sabemos quién es quién y está todo a punto... sólo falta empezar a entregarse de verdad, cada uno en su obligación. Vuestras hijas, en sus clases, en sus deberes, en sus encargos en casa, en su…
Orientaciones para conocer mejor la virtud de la delicadeza para quienes queremos educar en ella… En este mes de mayo, la virtud que trabajaremos con vuestras hijas es la delicadeza, que lleva implícita la virtud de la humildad, siendo la contraposición al egoísmo y la soberbia, a la necesidad de aparentar, al hacer las cosas para ser aplaudido, a dejar…
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Este mes de marzo empezamos la Cuaresma con una aliada muy eficaz para vivirla con humildad y sencillez de corazón: la virtud de la sinceridad. Como siempre, virtud que se adquiere fácilmente si el ejemplo que nuestras hijas tienen en sus padres es poderosamente bueno. Si nos ven que somos sinceros, que no resolvemos situaciones con mentiras, que afrontamos nuestros…
El trabajo es uno de los valores más importantes que debemos enseñar a nuestros hijos, con él adquirimos cualidades como la laboriosidad, perfección en la tarea realizada, la puntualidad, la alegría, el optimismo, la justicia, etc. que nos hacen mejores y nos ayudan a mejorar a los demás. Algunos expertos señalan el comienzo del aprendizaje de la laboriosidad en los 8 años, “la edad…