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Enero, 2020

La Magnanimidad

En Primaria es cuando aprenden a abrirse para más adelante poder aportar de forma más concreta su servicio en forma de voluntariado. De hecho, cuando nuestras alumnas van creciendo y se les propone alguna iniciativa solidaria, siempre tiene una respuesta positiva y llena de ilusión. Y según van experimentando ese darse a los demás, dedicando su tiempo, una tarea especial que ayude, un trabajo desinteresado, es cuando van comprobando cómo la ALEGRÍA aparece siempre en su interior de forma mucho más profunda que en cualquier otro momento de disfrute que hayan vivido. Nada es comparable en alegría a una tarde ayudando a Redmadre a organizar sus juguetes empaquetando cestas para niños sin recursos, o una mañana en un comedor social sirviendo comidas a personas que viven en la calle, o un día en familia acogiendo a otro niño con alguna discapacidad para proporcionar un poco de tiempo libre a esos padres agotados…

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Vuestras hijas lo saben… porque aunque en Primaria son pequeñas para llevar a cabo todavía algunas actividades solidarias, pueden colaborar de muchas otras formas, empezando en su casa cumpliendo muy bien su encargo, siendo serviciales en el colegio, cuidando sus modales con todas las personas que tiene cerca… y sintiendo ganas de encender corazones.

Como siempre, en casa es donde irán adquiriendo esta virtud si la tienen cerca. Si tienen un ejemplo que seguir. Si hay un sentido de apertura generosa a los demás en los que somos sus primeros educadores: sus padres.

Os animo a leer un artículo que hace un repaso completo sobre la magnanimidad para caer en la cuenta todo lo que abarca y cómo se puede instalar en nuestra forma de vivir. Es un buen propósito para este nuevo año ayudar a nuestras familias a crecer en ella. Feliz enero.

Un corazón magnánimo nos hace dar más allá de lo que se considera normal…

El valor de la magnanimidad es poco conocido, poco entendido y su definición formal tampoco nos lleva demasiado lejos. Todas las definiciones nos hablan de “ánimo grande” o “espíritu grande”. Nos quedan más claros los conceptos contrarios de la magnanimidad: mezquindad, tacañería, pusilanimidad. La magnanimidad es una disposición hacia dar más allá de lo que se considera normal, de entregarse hasta las últimas consecuencias, de emprender sin miedo, de avanzar pese a cualquier adversidad. El ánimo grande, la magnanimidad, es el valor que convierte a un simple ser humano en un héroe.

No debemos confundir una grandeza de ánimo con una motivación extraordinaria e impulsiva para realizar algo, los valores se practican independientemente del buen humor y entusiasmo con que recibimos el día y de la simpatía que tengamos por las personas.

En el momento que vivimos estamos propensos a conformarnos con lo que somos: calculadores y egoístas, orientando nuestros esfuerzos a la adquisición de bienes materiales y a la búsqueda de riqueza… para lograr esto último no hace falta magnanimidad porque la ambición es suficiente. Un ánimo grande se caracteriza por la búsqueda de su perfección como ser humano y la entrega total de su persona para servir a los demás desinteresadamente.

Un ánimo grande aleja de sí toda envidia y resentimiento; supera el temor a ser criticado por hacer algo que considera bueno; tiene la capacidad de afrontar grandes retos con paciencia y perseverancia, y sobre todo, la alegría y los buenos modales son rasgos característicos de su personalidad.

¡Qué grandeza de espíritu tiene quien sabe perdonar sinceramente!, sin detenerse a considerar la naturaleza de la ofensa o el mal recibido, comprende y olvida para vivir en armonía con sus semejantes, sabe que al liberarse de esta pesada carga enseña a los demás a vivir el perdón y está en condiciones de lograr la propia paz interior.

Para el magnánimo no existen tareas de ínfima categoría o el temor a cuidar lo que podría denominarse “buena imagen”, actúa con la convicción de cumplir con un compromiso y un deber personal: ayuda a quien goza de menor simpatía en un grupo; saluda con cortesía, cede el paso, o sirve en la mesa al empleado y al amigo por igual; se presta para mover muebles o bultos; asiste con regularidad a sus prácticas religiosas aunque en el medio en que se desenvuelve no sea bien visto.

Toda empresa es un gran reto y las hay de todos tipos, pero las de naturaleza humana son las primeras que deben interesarnos para sacar adelante: los hijos son la empresa para los padres, los alumnos al maestro, los empleados y trabajadores al director de la compañía, el cónyuge, el amigo… ¿Acaso no tenemos deseos de verlos prosperar y ser mejores? El verdadero triunfo de la magnanimidad está en ver por el bienestar de los demás sin medirlos por el beneficio material que puedan retribuir.

Muchas veces pretendemos que las personas mejoren por sí mismas, nos concentramos tanto en sus defectos de carácter, fallos, errores y los convertimos en pretexto para dejar de ayudarlos, nos falta empeño para corregirlos, enseñarles y hacerles entender lo que haga falta para que salgan de esa situación que tanto les afecta. Si son muchos los inconvenientes que vemos en quienes nos rodea, es mucho lo que tenemos que trabajar personalmente en la magnanimidad, para comprender mejor, para servir más…

Sería absurdo pensar que este valor excluye otras realidades de nuestra vida, que también son empresas y retos a alcanzar, como perfeccionar y acrecentar nuestros conocimientos, aspirar a un mejor puesto laboral y alcanzar una posición económica desahogada. ¿Es que estas aspiraciones van en contra de la magnanimidad? Por supuesto que no, se desvirtúan por la intención con que se realizan. Todo aquello a lo que aspiramos, dinero, conocimientos, posición, influencia, deben tener como finalidad un servicio para el prójimo.

Es muy difícil entender el servicio si pensamos únicamente en un beneficio inmediato y personal, lo correcto es enfocar nuestro esfuerzo para traspasar las fronteras del egoísmo: si tengo más conocimientos puedo servir mejor a la empresa o a mi país, porque mejoraré sustancialmente mi trabajo y seré más productivo; al obtener un mejor puesto, estoy en condiciones de llevar a la empresa a un mejor nivel y ofrecer superiores condiciones de empleo; al ganar más, puedo ahorrar, invertir, asegurar el patrimonio familiar y la educación de los hijos.

Consideremos que para lograr una grandeza de ánimo es necesario:

Cada día y a lo largo del mismo pregúntate: ¿Para qué hago esto? ¿Quiénes se benefician? ¿Puedo hacerlo mejor?
Haz el propósito de prestar al menos un servicio diariamente en casa, escuela, oficina o a los amigos. No olvides en tu lista: hacer lo que más te disgusta o incomoda y a quien menos te simpatiza.
Hoy mismo decídete a olvidar tus resentimientos, envidias y juicios negativos respecto a los demás.
Comienza hoy a mejorar tus modales y ten más cortesía con todos por igual.
Aprende a soportar las contrariedades con serenidad y a dominar la tristeza que pudiera generarse: comentarios negativos hacia tu persona, sean ciertos o no; el contratiempo profesional o escolar; el negocio que no se realizó…

La magnanimidad es un excelente medio para robustecer nuestra comprensión, el espíritu de servicio, la generosidad, el perdón y el optimismo. Todas nuestras acciones se ennoblecen cuando están al servicio de los demás: el consejo, la ayuda, la compañía y hasta el mismo trabajo, son los medios ordinarios que tenemos al alcance para hacer de nuestras labores y aspiraciones algo grande, algo fuera de lo común, algo que pocos están decididos a hacer.

Pulsa sobre el curso de tu hija para ver algunos consejos para trabajar mano a mano con el colegio

Objetivos:

Comprender, a su nivel, que la alegría no depende de cosas externas.
Valorar la alegría de ser hija de Dios (a través de la familia, el cole…)
Captar la importancia de nuestra actuación para hacer felices a los demás.
Enseñar a las niñas a ver a Dios como su Padre del Cielo, creador de todas las cosas, que las quiere y cuida en todo momento
Continuar haciendo oración diariamente (oraciones programadas)

LA VERDADERA ALEGRÍA

Estamos alegres no sólo porque tenemos todas las necesidades cubiertas, todos los caprichos satisfechos.
Estoy alegre porque soy Hija de Dios. Porque sé que Dios me quiere mucho. Tenemos que estar siempre muy contentas. Además, con buen humor, las cosas salen mejor. Por el contrario, las cosas hechas de mala gana no agradan a nadie. Empeoran el ambiente.
La alegría es compatible con el dolor, con el cansancio. No es compatible con el aburrimiento. Se puede estar alegre aunque no me salgan las cosas como esperaba.
Las cosas no son siempre como nosotros queremos. Cuando se hace lo que se debe, a pesar de las dificultades, se está alegre.

¿Por qué nos falta la alegría?

Porque sólo pensamos en nosotras mismas (no nos importa nadie más)
No nos acordamos del Señor.
No sabemos agradecerle todo lo que nos ha dado. Nos lo dio todo. Nos dio su vida en la Cruz. Eucaristía (mensaje adaptado a la edad!)
Porque tenemos envidia, nos entristece que a los demás los quieran más (hermanos, compañeras… )
Porque tenemos pereza: no tenemos ganas de estudiar, de hacer los deberes.
No somos serviciales, protestamos cuando nos mandan hacer cosas, cumplir el encargo. No nos damos cuenta de que los pequeños servicios hacen la vida más agradable a los demás.
Nos tiene que dar alegría ver felices a los demás. Aprender a disfrutar de la alegría de los demás. Así se logra un corazón magnánimo, lleno de los demás.
Porque nos niegan algún capricho, no nos dan dinero, no nos compran lo que queremos.
Porque no podemos hacer lo que nos apetece.

La alegría es una virtud, es una manifestación de la virtud de la caridad.

Se adquiere:

Pidiéndosela al Señor: Tratando al Señor nos damos cuenta de que Dios es nuestro Padre, de que nos quiere mucho.
Pedir las cosas por favor y cuando se reciba ayuda, agradecerla “es de bien nacidos ser agradecidos”
Olvidándonos de nosotras mismas: siendo fuertes, valientes y generosas (dando nuestras cosas, nuestros gustos).

Vida de piedad

Visitar diariamente a Jesús en el Oratorio porque queriendo a Jesús estoy más contenta.
Comportarse con la mayor corrección y respeto en todo lo que se refiere al trato con Dios: rezo de las oraciones vocales, actos de culto a los que asistan, visitas al Oratorio …
Cuidar especialísimamente la preparación antes de entrar al Oratorio. Como profesora, recordar, parar, corregir cuantas veces sea preciso…
Cuando han hecho algo mal, enseguida pedir perdón al Señor. Sentirse perdonada da mucha alegría.

Fiestas litúrgicas

Día 12.- El bautismo del Señor
18 al 25.- Octavario por la unión de las Iglesias
Día 25.- Conversión de S. Pablo.
Día 28.- Sto Tomás de Aquino.
En este mes se celebra “La Infancia Misionera”.

Actualmente la Iglesia organiza una campaña enfocada en la “Infancia Misionera”, Alegra aprovecha este mes para hacer conscientes a las alumnas la alegría de acompañar a los más débiles.
En Alegra trabajaremos algunos objetivos que nos proponen desde el Servicio Pastoral de la diócesis:

Que las alumnas descubran que un niño misionero siempre tiene a Jesús en su corazón.
Que entiendan que pueden ser misioneras en cualquier lugar y por eso deben ayudar a los que lo necesitan.
Que entiendan que no es tan difícil eso de ser misionero, que sólo hace falta QUERER SERLO

Saber descubrir a nuestro alrededor a las personas más necesitadas y lograr sensibilizar a las alumnas con la situación de injusticia social que sufren muchas personas en el mundo, es uno de los objetivos de este programa. Ese esfuerzo que van a hacer, poco o mucho, es muy importante para un gran grupo de personas que sufren en el mundo por distintas causas: pobreza, enfermedad, incultura, guerra… y lo más importante, porque aún no conocen al Señor.

Normas convivencia:

Hago lo que tengo que hacer en cada momento con buena cara…
Procurar ser ordenada en casa: ropa, juguetes, etc.
Ayudar donde me necesiten con buena cara y alegría.
Evitar portazos y movimientos ruidosos que indiquen un mal gesto hacia los demás.
Extremar las muestras de deferencia y cariño con las personas más mayores, los abuelos:
- Ayudando en lo que me pidan
- Teniendo atenciones con ellos (ayudarles a subir escaleras, pasear, sentarse…)
- Evitando ruidos que les puedan molestar
Respetar el horario de acostarse obedeciendo con buena cara, sin protestar que lo estropea todo.

Objetivos

Alegría, Year 4 & Year 5

Mostrarse alegres y positivas ante las dificultades
Entender que servir a los demás es fuente de alegría asegurada.
Visitar diariamente a Jesús en el Oratorio
Aprender a hacer examen de conciencia
Valorar las normas de educación como manifestación de respeto hacia los demás.

LA VERDADERA ALEGRÍA

Sentimiento de satisfacción, bienestar, contento, que puede manifestarse con signos exteriores (risas, gestos,…)

Hay tres clases de alegría, tres formas de estar contentas:

Alegría de recibir: regalos, tener un hermanito, fiesta de cumpleaños, comida que te gusta mucho, cosas que divierten, programa de televisión que gusta, te tratan bien, te admiran, te valoran … Esta es una alegría pequeña, se acaba muy pronto. Nos volvemos egoístas, caprichosas, perezosas, creídas …

Alegría de dar: prestar servicios, no protestar cuando nos mandan hacer cosas, cumplir el encargo. Darnos cuenta de que los pequeños servicios hacen la vida más agradable a los demás. Nos tiene que dar alegría ver felices a los demás. Aprender a disfrutar de la alegría de los demás. Es una alegría grande, duradera; puede durar todo lo que queramos.

Alegría de ser: hija de Dios. Seguridad de que Dios me quiere y me ha dado todo: padres, familia, colegio, su vida en la cruz, la Eucaristía… Esta alegría, no sólo no se acaba nunca aquí en la tierra, sino que también en el Cielo continuará.

Vida de piedad

Visitar diariamente a Jesús en el Oratorio, queriendo a Jesús estoy más contenta. Cuanto más le trato, más le quiero y eso me hace sentir alegría.
Comportarse con la mayor corrección y respeto en todo lo que se refiere al trato con Dios: rezo de las oraciones vocales, actos de culto a los que asistan, visitas al Oratorio…
Cuidar especialmente la preparación antes de entrar
al Oratorio.
Cuando han hecho algo mal, enseguida pedir perdón al Señor. Sentirse perdonada da mucha alegría. El perdón lo transforma todo en alegría interior.

Fiestas litúrgicas

- Día 12.- El Bautismo del Señor
- 18 al 25.- Octavario por la unión de las iglesias
- Día 25.- Conversión de S. Pablo.
- Día 28.- Sto. Tomás de Aquino.

En este mes se celebra “La Infancia Misionera”:

Actualmente la Iglesia organiza una campaña enfocada en la “Infancia Misionera”, Alegra aprovecha este mes para hacer conscientes a las alumnas la alegría de acompañar a los más débiles.

En Alegra trabajaremos algunos objetivos que nos proponen desde el Servicio Pastoral de la diócesis:

Que las alumnas descubran que un niño misionero siempre tiene a Jesús en su corazón.
Que entiendan que pueden ser misioneras en cualquier lugar y por eso deben ayudar a los que lo necesitan
Que entiendan que no es tan difícil eso de ser misionero, que sólo hace falta QUERER SERLO.

Saber descubrir a nuestro alrededor a las personas más necesitadas y lograr sensibilizar a las alumnas con la situación de injusticia social que sufren muchas personas en el mundo, es uno de los objetivos de este programa. Ese esfuerzo que van a hacer, poco o mucho, es muy importante para un gran grupo de personas que sufren en el mundo por distintas causas: pobreza, enfermedad, incultura, guerra… y lo más importante, porque aún no conocen al Señor.

Normas convivencia

Hacer lo que tengo que hacer en cada momento con buena cara…
Procurar ser ordenada en casa: ropa, juguetes, etc. Ayudar donde me necesiten con buena cara y alegría.
Evitar portazos y movimientos ruidosos que indiquen un mal gesto hacia los demás.
Extremar las muestras de deferencia y cariño con las personas más mayores, los abuelos:
- Ayudando en lo que me pidan
- Teniendo atenciones con ellos (ayudarles a subir escaleras, pasear, sentarse…)
- Evitando ruidos que les puedan molestar
Respetar el horario de acostarse con buena cara, aunque me parezca pronto.

Objetivos:

Alegría, Year 6

Mostrarse alegres y positivas ante las dificultades
Entender que servir a los demás es fuente de alegría
Hacer diariamente unos minutos de oración en el oratorio. Preceptuación.
Aprender a hacer bien el examen de conciencia.
Valorar las normas de educación como manifestación de respeto hacia los demás

LA VERDADERA ALEGRÍA

Preguntar: Cuando estamos alegres, ¿por qué? –regalos, fiestas, comidas que nos gustan, hacen en la TV el programa que nos gusta…
Otros motivos mejores serían: ayudar a una amiga a terminar los deberes, hemos hecho todos los deberes, hemos cumplido el encargo que tenemos en casa, nos sale bien un ejercicio que era difícil.

¿En qué se diferencias unos motivos de otros?

Unos son cosas fáciles y en los otros hay dificultades que hemos sabido superar:

Egoísmo de pensar en nosotras
Pereza de no trabajar
El no ser responsable (es más cómodo)
El esfuerzo mental …

¿Cuál es la verdadera alegría?: ¿Cuando todo nos sale bien, sin esfuerzo o cuando superamos las dificultades? Es lo segundo: ser realistas viendo las cosas como son, pero ser optimistas para superar las dificultades que hay. Buscar lo positivo antes que centrarse en las dificultades, así será más fácil superarlas.

Es importante que tengamos los motivos muy claros para hacer las cosas. ¿para qué lo hago?

También es importante que confiemos en la ayuda de los demás:

En primer lugar, la alegría se basa en la confianza en Dios (es nuestro Padre que nos quiere, y quiere lo mejor para nosotros: aunque no lo entendamos). Confiamos en Él.
En segundo lugar, en los demás: nuestros padres y las profesoras (fiarnos cuando nos dicen lo que tenemos que hacer, aunque nos cueste). Ellos son más responsables y saben lo que necesitamos.
Si pensamos que nosotras solas lo podemos hacer todo bien, nos vamos a llevar muchos decepciones… porque nadie es perfecto!

También hay que tener en cuenta que no siempre nos salen las cosas bien: eso nos ayuda a aprender para otra vez, a comprender a los demás, a rectificar sin desanimarse, a volver a empezar. Si nos equivocamos y vivimos que nos perdonan, cuando se equivoquen los demás, tenemos que perdonar siempre.
No siempre la alegría consiste en reírse. Podemos estar alegres porque estamos de acuerdo con lo que pasa, pero sin reírnos. Pero, normalmente sí que es bueno que sonriamos porque eso hace la vida más agradable a los demás. Es muy bueno tener la cara alegre, sonreír.
Para conseguirlo: procurar ayudar a los demás en todo momento. Descubrir la alegría de dar.

Vida de piedad

DESPUÉS DE LA VISITA: ORACIÓN
SALUDAR AL SEÑOR, AL LLEGAR Y MARCHARSE DEL COLEGIO.

EXAMEN DIARIO

Fomentar la confianza en Dios, Padre Nuestro, siempre dispuesto a ayudar y a perdonar.

Deberá fomentarse en las alumnas la ilusión por vivir en gracia de Dios y acrecentar la gracia a través de los sacramentos, en especial por la Eucaristía y la Penitencia. Hacerles saber lo afortunadas que son por ir a un colegio en el que se cuida Es preciso presentar la Gracia como la mayor riqueza que puede tener el hombre, asimismo es necesario destacar que su pérdida es la mayor desgracia, y que vivir en pecado mortal supone la ineficacia sobrenatural de nuestros actos.

Procurar iniciar paulatinamente a las alumnas en la lucha ascética (lucha para vencer, la pureza, espíritu de oración, de trabajo, de sacrificio…) mediante un plan de vida adecuado a su edad. Preceptuación.

Hacer examen de conciencia todas las noches (breve). Pedir perdón a Dios por las faltas cometidas y hacer un propósito para el día siguiente. Hacer un acto de contrición antes de acostarse.

FIESTAS LITÚRGICAS

- Día 12 El Bautismo del Señor
- Del 18 al 25 Octavario por la Unión de las Iglesias
- Día 28 Sto Tomás de Aquino

Este mes se celebra “La infancia misionera”:

Actualmente la Iglesia organiza una campaña enfocada en la “Infancia Misionera”, Alegra aprovecha este mes para hacer conscientes a las alumnas la alegría de acompañar a los más débiles.

En Alegra trabajaremos algunos objetivos que nos proponen desde el Servicio Pastoral de la diócesis:

Que las alumnas descubran que un niño misionero siempre tiene a Jesús en su corazón.
Que entiendan que pueden ser misioneras en cualquier lugar y por eso deben ayudar a los que lo necesitan
Que entiendan que no es tan difícil eso de ser misionero, que sólo hace falta QUERER SERLO.

Saber descubrir a nuestro alrededor a las personas más necesitadas y lograr sensibilizar a las alumnas con la situación de injusticia social que sufren muchas personas en el mundo, es uno de los objetivos de este programa. Ese esfuerzo que van a hacer, poco o mucho, es muy importante para un gran grupo de personas que sufren en el mundo por distintas causas: pobreza, enfermedad, incultura, guerra… y lo más importante, porque aún no conocen al Señor.

Normas convivencia

Hago lo que tengo que hacer en cada momento con buena cara…
Procurar ser ordenada en casa: ropa, juguetes, etc.
Ayudar donde me necesiten con buena cara y alegría.
Evitar portazos y movimientos ruidosos que indiquen un mal gesto hacia los demás.
Extremar las muestras de deferencia y cariño con las personas más mayores, los abuelos:
- Ayudando en lo que me pidan
- Teniendo atenciones con ellos (ayudarles a subir escaleras, pasear, sentarse…)
- Evitando ruidos que les puedan molestar
Respetar el horario de acostarse sin quejarme, aunque me parezca pronto.

La Magnanimidad

Un corazón magnánimo nos hace dar más allá de lo que se considera normal…

Pulsa sobre el curso de tu hija para ver algunos consejos para trabajar mano a mano con el colegio

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